Impulsada por estudiantes, maestros, biólogos y aficionados
Nace en Pamplona la sociedad de ciencias naturales Gorosti
Pretendemos divulgar la naturaleza y fomentar la investigación (Luís Miguel García Bona, presidente)
«La naturaleza de Navarra es privilegiada. Aparece como un campo inagotable de trabajo y una auténtica enciclopedia para los que quieran aprender. En nuestra provincia está representada toda la comunidad de Europa entera e incluso del Norte de África. Todavía conservamos estupendos bosques de haya, roble y encina», asegura Luis Miguel García Bona, presidente de la sociedad de ciencias naturales «Gorosti». Catedrático del Instituto de Tafalla, doctor en Biológicas y especialista en setas y hongos, este hombre es el motor de la primera sociedad naturalísima que se crea en Navarra Cultura y divulgación Un grupo de aficionados que el pasado año realizaron itinerarios botánicos, rotulaciones y semanas naturalísticas en la Ciudadela constituyeron el pasado mes de octubre el germen de la actual sociedad.
Tras la elaboración de los Estatutos y su legalización la sociedad cuenta hoy con dos semanas de existencia y ciento sesenta socios. Predominan los estudiantes de biología, maestros y peritos si bien hay de otras actividades. Ignacio Cebrián Yoldi maestro de EGB ocupa el cargo de vicepresidente; Nacho Esquisábel Martínez, biólogo, el de secretario: y José Ramón Fernández, perito mercantil, tesorero.
Esta semana se nombrarán cuatro vocales de las distintas ramas. La cultura y divulgación son los objetivos prioritarios de esta sociedad que asegura no ser ecologista. «Nuestro objetivo no será la protección de la naturaleza fundamentalmente. Pretendemos informar a la sociedad acerca del estado de la naturaleza en Navarra. Creemos que la protección de ésta se consigue a través de la cultura de la sociedad. Cuando una persona conoce la importancia de algo lo protege. Otros organismos serán los encargados de aplicar las soluciones en cada caso... Además ya existen otros colectivos y grupos que ocupan este espacio».
En este campo cultural la Sociedad «Gorosti» (acebo) pretende realizar excursiones divulgativas a cargo de personal especializado: continuar los itinerarios botánicos cuyas plazas están agotadas pese a las 6.500 pesetas de matrícula; exposiciones en las escuelas y sesiones de trabajo con las muestras recogidas (en principio tendrán lugar en las Escuelas de Ermitagaña): semanas monográficas sobre geología, plantas medicinales y hongos: itinerarios dedicados a los niños; concursos fotográficos etc. Destaca así mismo el proyecto de realizar una revista para la publicación de trabajos y la roturación de jardines.
La investigación es el tercer campo en el que se centrará la actividad de esta Sociedad de Ciencias Naturales. «Pretendemos ayudar a los biólogos, peritos y profesionales relacionados con la naturaleza que se encuentran en paro. Intentaremos conseguir subvenciones y ayudas para encargarles trabajos de investigación sobre la naturaleza en Navarra. La Diputación debería cambiar su actual política de becas a la que sólo pueden acceder aquellos que estudian en la Universidad de Navarra García Bona asegura que la realización de trabajos en la Universidad es muy restringida y reivindica que tesis o trabajos subvencionados por el ejecutivo foral puedan realizarse también en sociedades. «Creemos que la Diputación puede hacer muchos más estudios y trabajos de los que se llevan a cabo en la actualidad de forma tan selectiva.
El campo es inagotable y la iniciativa sería beneficiosa para estos profesionales que entablarían relaciones y aportarían sus conocimientos a la investigación». El biólogo navarro, autor de las publicaciones «Setas y, Hongos de Navarra» y «Plantas Medicinales de Navarra», manifiesta que el apoyo a las actividades naturalísticas ha estado marginado por las instituciones. «Lamentablemente el apoyo de la Institución Príncipe de Viana a nuestros proyectos ha terminado al encontrarse esta paralizada». Crear un museo La Sociedad creará asímismo un almacén de material naturalístico al objeto de preparar un futuro Museo de Ciencias Naturales. Algunos miembros de la sociedad ya propusieron esta posibilidad de cara a conseguir un local que podría ser el Hospital Militar o las Escuelas de Magisterio. El tema quedó en el aire. García Bona recuerda con nostalgia las 300.000 pesetas, que hace años invirtió la Diputación en la compra de ciento cincuenta animales disecados para un museo que jamás se creó. Hoy se encuentran en su solano y su estado es «lamentable». Jesus Corgano, un taxidermista de Tudela, era el propietario de la colección. En opinión del biólogo navarro muchos particulares cederían sus colecciones al museo siempre que recibieran garantía de su cuidado y protección. Hoy, la sociedad «Gorosti» carece de un local social.
El concejal del Ayuntamiento Angel Carrillo estudia la posibilidad de ceder parte de la Casa de la Juventud a este grupo de aficionados que en la actualidad se reúnen en las escuelas de San Jorge. «De momento, al reunirnos en colegios beneficiamos de alguna forma a los alumnos», señala García Bona. Los fondos con los que cuentan se reducen a las cuotas de los socios — 1 .500 pesetas al año—. En el futuro esperan contar con ayudas o subvenciones de Cajas de Ahorro e Instituciones.
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